Jorge Silva

Nacido en Giradot, Colombia, no pudo acabar la escuela secundaria y desde muy pequeño trabajó en la construcción. Los cineclubs de Bogotá llevan a Jorge Silva a una fascinación por el cine, conoce a los fotógrafos Herman Díaz y Hernando Oliveros y los acompaña en rodajes de películas donde le enseñan el manejo de los equipos fotográficos. En 1965, Jorge conoce a Marta Rodríguez, quien había regresado recientemente de Francia de estudiar cine y antropología, con ella rueda documentales como Chircales (1966), Campesinos (1971) o Nuestra voz es de tierra, memoria y futuro (1976-1981).

Entre 1966 y 1986 crea sus principales series fotográficas y construye un gran archivo de imágenes que se han convertido en el testimonio del proceso de trabajo de sus documentales. Estos documentales se centran en temas como el movimiento agrario, recuperaciones de tierras indígenas, masacres de comunidades indígenas y campesinas, así como los problemas ambientales dentro de la industria floral colombiana. En el legado de Jorge Silva también está un extenso archivo fotográfico sobre la situación política colombiana.

 

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